En los últimos años, el alquiler vacacional ha vivido un auge imparable en Canarias. Muchos propietarios que cuentan con una vivienda vacía se sienten tentados por esta fórmula, convencidos de que es más segura y rentable que el alquiler tradicional.
Por lo que he podido comprobar en el ejercicio de mi profesión, el principal motivo es la creciente inseguridad jurídica y práctica que rodea al alquiler de larga duración: ocupaciones, inquilinos morosos, incumplimientos contractuales y una legislación que, en la práctica, deja al propietario en una posición de enorme vulnerabilidad. Ante ese panorama, no es extraño que muchos vean en el alquiler vacacional la alternativa perfecta: ingresos altos, pagos por adelantado y huéspedes que entran y salen sin riesgo de convertirse en okupas.
Pero… ¿es realmente tan rentable y seguro como parece, o es solo un espejismo?
Es cierto que el alquiler vacacional puede dar ingresos brutos más elevados que el alquiler tradicional. Pero ese dato, aislado, es engañoso, si no tenemos en cuenta todos los aspectos.
Para mantener una vivienda en régimen vacacional todo debe estar siempre impecable:
- Limpieza exhaustiva y constante.
- Ropa de cama, toallas y consumibles siempre disponibles y renovados.
- Mobiliario en perfecto estado (y con un desgaste mucho mayor que en un alquiler tradicional).
- Electrodomésticos, menaje y decoración listos para aguantar un uso intensivo.
- Reparaciones y mantenimiento frecuentes.
A esto hay que sumar el tiempo de gestión: atender reservas, contestar mensajes a cualquier hora, dar la bienvenida a los huéspedes, resolver imprevistos, gestionar comentarios en plataformas como Airbnb o Booking… Un verdadero sinvivir si no se contrata a una empresa externa, lo cual reduce drásticamente la rentabilidad.
El resultado es que, tras restar todos los gastos y horas de dedicación, la supuesta rentabilidad extra puede diluirse hasta el punto de que no compensa frente a la tranquilidad de vender. Y de hecho, muchos propietarios, tras pasar por la experiencia del vacacional, ponen en venta su propiedad y se olvidan de preocupaciones.
La otra cara de la moneda
Más allá del esfuerzo y los costes, hay otros factores que no siempre se cuentan:
- Estacionalidad: los ingresos dependen en gran medida de la época del año. No es lo mismo agosto que noviembre.
- Dependencia de plataformas: buena parte de los ingresos dependen de portales que cobran comisiones y marcan sus propias reglas.
- Normativa cambiante: cada vez más ayuntamientos y comunidades de vecinos restringen o limitan el alquiler vacacional. Una inversión que hoy parece segura puede complicarse mañana.
- Convivencia: no siempre los vecinos están contentos con la rotación constante de turistas.
La mejor alternativa: vender con garantías
Frente a todas estas incertidumbres, la venta puede ser la opción más sensata y rentable para muchos propietarios, ya que aporta:
- Seguridad: se evita el riesgo de ocupaciones, impagos o sanciones.
- Liquidez inmediata: se obtiene un capital que puede reinvertirse en otra vivienda, en un negocio, un fondo de inversión, un proyecto personal, o simplemente en calidad de vida.
- Tranquilidad: adiós a preocupaciones, gestiones, llamadas a deshoras o gastos imprevistos.
En un mercado inmobiliario como el actual, donde la demanda sigue activa y los compradores buscan viviendas en Gran Canaria, vender puede ser no solo más rentable a medio plazo, sino también mucho más liberador. ¿En cuánto valora usted su tranquilidad?
Conclusión
El alquiler vacacional puede ser interesante en algunos casos, pero no es la solución mágica que a menudo se pinta. Implica tiempo, dinero, esfuerzo y una dosis considerable de paciencia. En la práctica, es un negocio, y ningún negocio funciona sólo, mucho menos uno de alojamiento turístico.
Si tienes una vivienda vacía y te debates entre alquilarla o venderla, lo mejor es analizar a fondo tu situación personal y el mercado. Y, sobre todo, tomar la decisión con información realista, no dejándose llevar por espejismos.
Yo puedo ayudarte a valorar tu vivienda e informarte con exactitud sobre tus opciones. Así tomarás la mejor decisión.
Porque al final, lo más valioso no es solo el dinero que obtengas, sino la tranquilidad de saber que tu vivienda no se convierte en una preocupación constante.
Preguntas frecuentes sobre el alquiler vacacional en Canarias
¿Merece la pena el alquiler vacacional?
Puede dar ingresos altos, pero tras gastos, mantenimiento y la dedicación diaria, la rentabilidad real suele ser mucho menor de lo esperado.
¿Qué gastos tiene el alquiler vacacional?
Hay que contar con limpieza constante, reposición de ropa de cama y toallas, consumibles, mobiliario, electrodomésticos, reparaciones y comisiones de plataformas como Airbnb o Booking.
¿Es más seguro que el alquiler tradicional?
Muchos propietarios lo ven como una alternativa más segura frente a inquilinos morosos o problemas legales, pero también conlleva riesgos: normativa cambiante, sanciones y conflictos con comunidades de vecinos.
¿Qué alternativa tengo al alquiler vacacional?
La venta suele ser la opción más segura y rentable: aporta liquidez inmediata, evita riesgos de ocupación o sanciones y libera de gestiones y preocupaciones constantes.