Los peligros de mantener una vivienda cerrada en Gran Canaria y cómo evitarlos

En muchos hogares de Gran Canaria es habitual encontrarse con una vivienda que, tras una herencia, un traslado o un cambio de circunstancias, queda vacía. La decisión de no venderla puede parecer cómoda a corto plazo, pero lo cierto es que tener una casa cerrada conlleva riesgos y costes ocultos, que en islas como la nuestra se agravan con factores como el clima, la presión turística o la fiscalidad.

A continuación, repasamos los principales peligros de mantener una vivienda vacía en Las Palmas de Gran Canaria y en el resto de municipios de Gran Canaria.

1. Riesgo de okupación

Las viviendas deshabitadas son un blanco fácil para la okupación ilegal.

• En ciudades como Las Palmas de Gran Canaria, donde la demanda de vivienda es alta y los precios de alquiler están tensionados, los inmuebles cerrados son especialmente vulnerables.
• Una okupación no solo supone un proceso judicial largo y costoso, sino que también reduce el valor de mercado del inmueble.

2. Deterioro acelerado por el clima

En Gran Canaria, dejar una vivienda cerrada implica un deterioro más rápido de lo normal:

• La humedad ambiental, la salinidad en zonas costeras como Telde, Ingenio o Arucas, y el calor en áreas de interior provocan daños visibles en cuestión de meses.
• Una casa sin uso sufre problemas en instalaciones eléctricas, fontanería y carpinterías, lo que implica mayor inversión antes de sacarla a la venta.

3. Fiscalidad y gastos fijos innecesarios

Tener una vivienda vacía en Canarias también se paga caro:

• En la Declaración de la Renta, Hacienda imputa una renta ficticia por el inmueble, aunque no se alquile ni genere ingresos.
• A esto se suman el IBI, las cuotas de comunidad, seguros y recibos de agua y luz que siguen llegando. En barrios de Las Palmas de Gran Canaria o urbanizaciones del sur de la isla, estos importes pueden ser significativos.

4. Inseguridad y conflictos vecinales

Una vivienda cerrada puede generar problemas en la comunidad:

• Riesgo de robos, vandalismo o incendios por instalaciones deterioradas.
• En zonas residenciales de Gran Canaria, como Vecindario o San Fernando de Maspalomas, las comunidades sufren cuando un piso vacío acumula deudas de comunidad o falta de mantenimiento.

5. La solución: vender con un profesional inmobiliario local

La mejor forma de acabar con estos problemas es poner esa vivienda en el mercado con la ayuda de un agente inmobiliario en Gran Canaria.

Un profesional te ayudará a:

• Valorar la vivienda según la realidad del mercado canario, evitando precios inflados que retrasen la venta.
• Preparar la casa para atraer compradores, mostrando su mejor cara incluso si necesita mejoras.
• Gestionar todos los trámites legales y fiscales, especialmente útiles en casos de herencias o propiedades compartidas entre varios herederos.
• Ahorrar tiempo y preocupaciones, asegurando una venta rápida y segura.

Conclusión

Mantener una vivienda cerrada en Gran Canaria no es un ahorro, sino todo lo contrario: es un riesgo constante y un gasto innecesario. Si tienes una propiedad heredada o vacía en Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Ingenio o cualquier otro municipio de la isla, la mejor decisión es venderla cuanto antes.

Con la ayuda de un agente inmobiliario en Gran Canaria, podrás cerrar la venta con seguridad, rentabilidad y tranquilidad, evitando que tu vivienda vacía se convierta en un problema mayor.