Casi con total seguridad el índice cerrará 2024 por en torno al 2,4%. En el actual contexto del mercado de la vivienda, con alta demanda y baja oferta, la mayor accesibilidad a la financiación augura más de lo mismo: precios al alza, aumento de la demanda y estancamiento o reducción de la oferta.
Aunque ya era esperado, el reciente descenso de los tipos de interés por parte del BCE ha sido recibido con optimismo en el mercado inmobiliario. Esta es la cuarta reducción que se lleva a cabo en 2024, situando el tipo de referencia en un 3 %, tras un recorte de 25 puntos básicos. Sin embargo, esta decisión vino acompañada de una perspectiva económica menos favorable: la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para la Eurozona.
Trayectoria de los tipos de interés
Mientras que 2023 estuvo marcado por máximos históricos, el 2024 ha destacado por sucesivas reducciones en los tipos de interés. Este último recorte devuelve el precio del dinero a niveles similares a los de marzo de 2023. Las proyecciones actuales sugieren que esta tendencia continuará durante 2025, hasta llegar a un 2 %.
El descenso de los tipos de interés también ha influido directamente en el Euríbor, índice clave para las hipotecas. En diciembre, este indicador se sitúa en torno al 2,4 %, significativamente por debajo del 3,6 % registrado en enero de este año.
Impacto en el mercado inmobiliario
La reducción de los tipos de interés del BCE tendrá un efecto directo en el mercado inmobiliario, con consecuencias tanto positivas como desafiantes. Para los titulares de hipotecas variables, representa un alivio en sus cuotas mensuales. Además, la mejora en las condiciones de financiación, con préstamos más asequibles y requisitos menos estrictos, facilitará el acceso a nuevas hipotecas.
Crecimiento de la demanda y aumento de precios
La facilidad de acceso al crédito hipotecario está impulsando la demanda de viviendas. Como resultado, una mayor competencia está ejerciendo presión al alza sobre los precios, especialmente en mercados como el español, donde la oferta es insuficiente para satisfacer la demanda.
Este impacto ya se refleja en los datos más recientes. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en octubre de 2024, las compraventas de viviendas registraron un incremento interanual del 51,3 %, mostrando una clara reactivación del sector.
Paralelamente, los precios de la vivienda también han experimentado un aumento. De acuerdo con el Índice de Precios de Vivienda, la tasa de variación anual en el tercer trimestre de 2024 se sitúa en el 8,1 %.
Moderación en las expectativas de crecimiento
Sin embargo, este contexto de expansión del mercado inmobiliario se ve matizado por una economía que muestra signos de recuperación más lenta de lo previsto. Este factor podría frenar parcialmente el dinamismo del sector.
De confirmarse estas previsiones, es posible que algunos inversores tradicionales opten por ser más cautos y que ciertos compradores particulares decidan posponer sus decisiones de compra. El comportamiento futuro del mercado dependerá, en gran medida, de la evolución de la economía y de cómo esta afecte a las perspectivas de crecimiento.
Un momento favorable para adquirir vivienda
A pesar de estos retos, el mercado inmobiliario se encuentra en una fase de crecimiento sólido. Para quienes consideran adquirir una vivienda, las condiciones actuales de financiación y la actividad del sector representan una oportunidad que merece la pena evaluar.
Aunque si para algo es ahora mismo un buen momento, sin duda, es para vender. La actual situación de alta demanda y acceso al crédito son una ocasión excelente para quien esté pensando en vender un inmueble. Si además lo hace con un profesional del sector inmobiliario, el éxito está casi garantizado.
